Siguiendo con las etapas de maduración del futbolista, ahora toca la edad de 16 años en adelante.
A partir de los 16 años, (Cadetes-Juveniles) entramos en las últimas etapas de la formación del futbolista, consolidando el proceso educativo que se inicio a los ocho años.
A esta edad se debe estar convencido de lo que se quiere hacer y no estar en el fútbol solo por pasar el tiempo, para eso ya se ha tenido hasta ahora una base de formación deportiva, que aprovenchandola nos permite seguir practicando el fútbol sin las exigencias de una competición reglada.
Para tener un mayor perfeccionamiento se debe de tener una gran afición por jugar al fútbol para así poder competir y sacrificarse por o que se hace.
A estas edades se busca el desarrollo de las capacidades para el alto rendimiento, donde las acciones técnicas deben de ser más complejas y con mayor ritmo de ejecución.
En la edad cadete (16 años) ya se debe de aprender a competir de verdad y terminar en juveniles teniendo un buen endimiento deportivo.
Como decía antes en el aspecto técnico realizar las acciones a un ritmo alto dominando todas las acciones técnicas tanto de forma individual como colectiva, en tareas integradas con el trabajo táctico y físico.
En lo táctico conocer todos los conceptos, tanto de organización defensiva como los movimientos ofensivos.
Al llegar a esta etapa del proceso formativo, el futbolista debe de aceptar plenamente el acatamiento a las normas del juego, así como de disciplina, ser constante y tener capacidad de esferzo y sacrificio.
Con todo esto no quiero decir que se de por concluido el proceso de aprendizaje y mejora, incluso los profesionales deben dedicar muchas horas al perfeccionamiento de las habilidades del fútbol.
"El proceso de aprendizaje, mejora y educación deportiva tiene un inicio pero no tiene final"
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